Argumentos para desmontar
El argumento moral es terrible, sin ir mas lejos es lo peor de las religiones. El yugo moralista posterga los derechos de las mujeres, la libertad en la relaciones íntimas y sexuales, controla nuestras lecturas y nuestros pensamientos, intenta liquidar el placer y la imaginación. Es la “cualidad” de la dictadura y la represión, posiblemente “el origen de todos los males” con la excusa de distinguir entre el bien y el mal. Desafortunadamente, con esta excusa, se destruyó la sabiduría, se quemaron en la hoguera a mujeres parteras o solamente libres, curanderas y cualquiera que no viviera según la rígida moral de la época. La relación entre la dictadura y la moral, religión y conservadores, reaccionarios y policía, no es algo que resulte indiferente a nuestros pueblos y nuestra historia. Nuestras generaciones fueron torturadas y asesinadas.
La tortura es una palabra horrible, es el tormento que una persona aplica a otra persona indefensa. De la misma manea, asesinato es una persona quitando la vida de manera violenta a otra. Aunque existen otras clases de asesinatos: El hambre y la guerra.
Que broma del destino, en nuestro país son miles de vacas las que mueren a diario en el matadero. Y el mundo sigue sufriendo y muriendo de hambre.
Ayer fumigaron mi casa porque estaba llena de bichos, dudo que alguien sea tan delirante como para llamar a eso “genocidio” por una sencilla razón, la razón jurídica.
Juridicamente exterminar insectos no es asesinato.
Eliminemos la cuestión moral de nuestros razonamientos, porque es una forma arcaica de construir barreras entre las personas. Pensemos en términos jurídicos y estadísticos. En Argentina es normal que miles de animales ingresen a mataderos todos los días. No hablamos de seis toros en la plaza de toros, hablamos de seis mil o sesenta mil vacas en un día.
Eso es un argumento estadístico.
Si fuera por el “el argumento moral moralista”, las mujeres (ustedes) no podrían usar internet ni pantalones.
