Holocausto Canibal

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Holocausto Canibal

Holocausto Caníbal : Una tertulia de Riggan y Fernando.

RR: Ayer recibí una carta que no me llamó demasiado la atención, lo que si debería sorprenderme es que estas cosas ya no llamen la atención.
FCH: ¿Serias tan amables en leerla?
RR: Textual!
“Levantarse en un país manchado de sangre, no se puede limpiar x que siempre hay algún asesinato “legal” que vuelve a regarnos con muerte, maltrato y sufrimiento.
Un país donde no todos tenemos los mismos derechos, un país al revés . A todos aquellos que disfrutan asesinando animales en la calles, campos o plazas , espero que paguéis muy caro el dolor que causáis ,en mi realidad se respeta toda vida, muy diferente a la vuestra , habrá otro lugar donde seréis justiciados, sois asesinos y os odiaré siempre ,pero nuestra lucha es grande y sabéis que ganaremos , una lanza x la vida.”
FCH: Caramba.
RR: Al principio pensé que me escribía un adolescente exaltado, un fanático religioso, incluso un bromista. Pero mis lecturas matutinas de Houllebecq me despiertan una sensibilidad especial frente instalados fenómenos en difusión masiva de cuestiones que, hace pocos años, hubiéramos considerado minoritarias o directamente disparatadas.
FCH: Aunque esta escrita con maneras irreflexivas, ingenuas pero feroces, parece obra de un fundamentalista animalista de los que pululan en la selva digital. Como sea, es momento de tomarse en serio esta tendencia moralista y sus ademanes inquisitoriales. No tanto así el contenido ni las amenazas, como la existencia de grupos aislados que, con mayor o menor capacidad teórica, van a llevar el fundamentalismo hasta el extremo. Es una lastima porque los buenos fundamentalismos no deberían llevarse a los extremos, en un terreno utópico incluso practico.
RR: Dirás que estoy embutido en la literatura y que me domina la imaginación, pero una extraña revolución impulsada por la tecnología, la izquierda ecologista y el momento fértil de un progresismo -así tardío como exagerado- podría ser una estación próxima del destino.
FCH: Ayer mismo estaba mirando la televisión, porque veo televisión para conciliar el sueño. Nada especial, un concurso. Supongo que de talentos. El ganador no ganaba nada pero tuvo la oportunidad de agradecer en las postrimerías del programa. Lo primero, y lo único que dijo, fue que “pertenecía a una asociación de defensores de los animales que proponía idénticos derechos para personas y animales” (valga la redundancia).
¿Es que piensan servir carne humana en los restaurantes o la idea es cerrar los restaurantes?
RR: No se como van a preparar tortillas pero ya están rompiendo los huevos, si me permites una humorada.
FCH: A tenor de tus lecturas podríamos sospechar que es el advenimiento de una nueva era histórica, una enloquecida revolución blanda pero ejecutada con dureza, o quizás todo lo contrario. Preferiría el caso contrario.
RR: Las revoluciones, por lo general, como las guerras, amenazan a los hebreos, a los laicos, a los libre pensadores; convierten a las juventudes necesitadas de un futuro ilusorio (quisiera decir irrisorio), afilan las guillotinas y terminan en la sumisión o el caos.
FCH: Empatar con exactitud la situación de los animales con la de las personas humanas seria hablar de una inevitable y proporcional masacre, de ríos de sangre.
RR: Si consideramos que, cada día y solo en Expaña, se sacrifican casi dos millones de animales, y trasladando este aproximado a escala mundial… Caramba. La revolución seria sanguinaria o pasaríamos mucha hambre.
FCH: Especialmente aquellos que intentan consumir menor cantidad de hidratos de carbono.
RR: Los proteicos y los hebreos sufrirían las consecuencias.
FCH: Tiempo al tiempo, borrarían de la historia cualquier posible enlace con un pasado carnívoro, librepensador, taurófilo y proteínico.
RR: Arderían en hogueras los libros de Bergamin, de Corrochano y El Cossio. Otras figuras como Picasso, Orson Wells y Hemingway, serian eliminados de filmotecas y librerías por las autoridades y/o los espontáneos creyentes.
FCH: Arderían las libertades.
RR: ¿Sera el advenimiento de un imperio islámico moderado pero exigente con determinadas cuestiones educativas y morales, o soy yo demasiado influenciado por mis lecturas?
FCH: No soy un especialista en moral musulmana pero conozco personas amigables con el Corán que son bastante abiertas, incluso son aficionados a la tauromaquia.
RR: ¿Los rumanos son musulmanes?
FCH: No tengo idea, yo diría que son cristianos. En ningún caso judíos. Si me permites un rapto de humor, tendría que decir que son fontaneros, aunque muchos españoles dirían que son chorizos.
RR: Con permiso del gran pensador Emil Cioran, una de nuestras lecturas de cabecera, especialmente los libros de frases cortas.
FCH: Únicamente los libros de frases cortas y aforismos.
RR: Caramba. Bueno. Si.
FCH: Ausente Emil, la mayoría de los pensadores intelectuales y filósofos patafisicos, sostienen que la aventura radical-animalista es un disparate, un completo desatino moralmente impostado, puritano, equivocado y (agrego yo) alentado por el Partido Tecnológico, la nueva izquierda anticapitalista y ese extraño fervor ecologista y feminista que parece contagiarse en muchos rincones del mundo occidental. Especialmente allí donde sobra el tiempo.
RR: Caramba.