TIERRA MOJADA
Caray! …
En la recta final de nuestra gira con Enrique “El Licenciado” puedo decir, sin temor alguno a equivocarme, que ya estoy echando de menos esto …
Se que me voy quedar con “mono” de esta gira de doble comando y doble cuadrilla. Doble todo.
Esta noche, como en Monterrey, salimos con el imperativo de ajustarnos a estrictos cuarenta minutos de repertorio con la eventualidad de no haber probado sonido por cuestiones imprevistas que tampoco vale la pena explicar; culpa de nadie subimos al imponente escenario doble plantado en Guadalajara a resolver la papeleta con la mejor cara y ofrecer lo mejor posible en poco mas de media hora equivalente a nueve canciones sin pausa.
Los festivales tienen esas cosas, son formidables cuando todo termina bien y es el caso de estos conciertos dobles que terminamos con extraordinarios treinta minutos que compartimos con el gran Enrique y su formidable grupo Santos Inocentes, que nos están brindado una camaradería entrañable. Los festivales tienen esas cosas, tocamos para un publico generoso y pasional pero también para un publico ajeno que ya no tira botellas -como ocurría el siglo pasado -pero espera con impaciencia pre-menstrual a sus ídolos particulares.
Tenemos un publico extraordinario y ya son muchos años agradeciendo semejante actitud y entrega, todos tocamos miles de veces y en todas las condiciones imaginables.
Todo vale la pena, incluso las urgencias; un equipo que se desenchufa segundos después de chequearse, un teclado que se reformula para sonar medio tono desafinado, el frio y condiciones no habituales …
Todo vale la pena porque tenemos la dulce revancha con Enrique y nuestro segmento compartido, entonces terminamos de ofrecerlo todo, interpretamos, nos sorprendemos con variaciones vocales, nos reímos sin perder la solemnidad que amerita la ocasión y ,como corresponde, dejamos a la raza en éxtasis total, no queda uno sin aplaudir a rabiar, no queda nadie sin una sonrisa franca.
Lo cierto es que después de cantar media hora como un “Santo Licenciado Inocente y culpable” me quedo vacío y perfectamente lleno, vacío pero lleno por haberlo dejado todo en este formidable repertorio que ensayamos para complacer al respetable en México que vaya si se queda complacido …
Es el éxtasis total y nosotros lo vivimos de una forma perfectamente musical, a conciencia pura.
Ya estoy extrañando (y echando de menos) una gira que todavía no termino, quedan tres importantes compromisos de punta a punta de México.
Espero, eso si, que el destino nos vuelva a juntar,
para darle continuidad a este generoso invento plural de mi estimado camarada Enrique, que es un monstruo en el escenario, un cantante histórico: siempre poderoso pero impecable, con un dominio de las artes escénicas total y muy atento a lo que pasa, a las sensibilidades que sobrevuelan el escenario. En el trato cercano es un lucido y entrañable camarada, un conversador completísimo que se ofrece abierto a explorar con tolerancia y sentido del humor cualquier tema que se tercie. The aragonesse.
A veces sufrimos un poco en los Festivales, pero es una profunda satisfacción saludarse con los compañeros músicos que se arriman a abrazarme con semejante respeto en la previa. Ocurrió en Guadalajara con un selecto grupo de privilegiados capitanes del rock latino que vinieron a ofrecer su abrazo.
Allá arriba estamos en una burbuja, atentos a que salga todos bien … Pero terminamos y llegan los operadores de luces y sonido con una sonrisa satisfactoria, lo viven desde abajo, entre el publico … y todo salió mejor que bien, sonamos poderosos y el publico se volcó con nosotros … Alegría!
Podemos olvidar el amplificador desenchufado y el teclado desafinado, son detalles que solo ocurren en un festival porque armar tantos grupos y desarmarlos es complicado y medio, todas son prisas pero así vivimos … vivimos dos veces.
Fue nuestra cuarta visita a esta ciudad, que fue la primera que visitamos en territorio mexicano. Estamos honrados y agradecidos.
Hoy hicimos el mismo segmento que en Monterrey, nueve canciones y un guiño a la Metanfeta de Cirerol. No provoque la de ceremonia del mate amargo, pero quise recordar en público el privilegio que supone compartir escenario con leyendas como Loquillo, Enrique, Zoe y The Hives …
Me pronuncie en voz alta cerca del final de el mano-a-mano que, ciertamente hoy (anoche) fue inspiradísimo.
Nos sentimos muy afortunados de participar en esta gira pero melancólicos por terminarla en apenas unos días que pensamos exprimir para lo mejor de los recuerdos.
