Adios Tijuana!

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Adios Tijuana!

Tijuana fue, sin lugar a dudas, nuestro mejor concierto en esta gira, uno de los mejores que haya brindado con esta cuadrilla y en mi vida de recuerdos musicales. Tenia que ser así y así fue.  Entraron “Plástico Fino” y “Maradona” ; abrimos con “Paloma” que termino con un saludo acústico al NWNC  según dictan los cánones de la escuela de cantantes libres; también nos encontramos con “Gimme Shelter” que resumimos en un constante riff anti-bélico, y con un “Stand by Me” entero y con la banda sumándose al final incluido un solo de Julito. Caray … En el ultimo de los conciertos de esta (tan) importante gira la consigna era salir a matar disfrutando, ofrecer recibiendo y deleitarse con los últimos minutos de escenario del año, empezamos a girar bohemios el año pasado y el de anoche fue nuestros concierto número 61, en todos y cada uno ofrecimos variedad, pantallas creativas, sonido y luces de calidad, entrega y toda la inspiración que pudimos concentrar para servir a la música con conciencia pura. Teníamos que despedirnos por todo lo alto, la Monumental de Tijuana se presentaba hasta arriba de gente, y salimos a sentenciar un año de conciertos en España y México en medio de una bruma de espesa humedad que podía perfectamente cortarse con un cuchillo. A veces el alma canta y todo sale bien, el único defecto posible es gustarse demasiado y volarse un poco para disfrutar saliéndose del guion las veces que sea necesario, así para pedir abrir las fronteras y no cruzarlas, “despistar a los gringos” y esperarlos para penetrarlos analmente y quedarse con sus dólares” ; ya puesto pedí que el mundo se llame México y no falte en una mesa una tortilla, tequila y salsa picante; las palabras fluían libremente y la Monumental, de bote a bote, disfrutaba con TODO; la cuadrilla sonaba ajustada, poderosa, libre y rodando. Fue el concierto soñado en medio de una nube, la humedad podía verse, los teclados estaban empapados pero nada nos distrajo de nuestra misión sagrada de disfrutar ejecutando nuestra suerte suprema, como corresponde a un cierre de una gira que vamos a echar mucho de menos. El día empezó especial porque recibí una invitación en forma de mensaje del mas grande de los cantantes de México, y me fue entregado en custodia un poncho original de Chavela Vargas que use en todo el segmento final, el mano-a-mano con Enrique que fue el mas emocionante, el mas libre, el mas ajustado, inspirado, entregado y celebrado de esta gira de punta a punta en México. No podía ser menos y no fue menos, fue mas.  Esta noche lo podía cantar todo y sin limites y me despache a gusto con improvisaciones y versiones inspiradas de nuestro repertorio, todo la banda tocamdo mejor que nunca y mejor que nunca cantamos juntos. Fuimos ovacionados por los vítores de un publico que atestaba la plaza de toros hasta done la vista se pierde, en los palcos y andanadas de la que es la tercera plaza (en el mundo) en capacidad de público después de La México y Las Ventas, en Madrid. Deje parte de mi corazón en el norte de México y prometo volver a buscarlo. El cierre con Enrique prometía tango, emoción, crimen y rancheras. Y celebramos mayor comunicación, inspiración y afecto plural que nunca. Fue el cierre soñado de una gira … Subió conmigo el poncho de Chavela  y una pared de personas disfruto con nosotros -y a la par de nosotros- el “hasta siempre” de una gira que fue de menos a mas, que termino como tenia que terminar, por todo lo alto, cantando juntos compenetrados, arriesgando en las interpretaciones y empapados de la pasión del respetable de Tijuana que fue el mejor. Sabemos que estamos soñando mientras nos despertamos. Un sueño es el ultimo recuerdo de un enigma subconsciente que proyecta estas extrañas películas en nuestra mente. Mientras despertamos descubrimos que estamos soñando un sueño que se pierde en el día que empieza. Todavía nos abrazamos y nos estrechamos las manos varoniles todos de esta doble delegación de hermanos profesionales del arte de hacer giras en cualquier parte del mundo, mi formidable familia musical y la de Enrique, que fue una sola. Volamos de Tijuana a México para diseminarnos hacia España y Argentina. México lindo y querido, fue un privilegio recorrer de punta a punta esta gran país, conocer nuevas ciudades y tocar para públicos que se estrenaron con nosotros en nuestra aventura musical bohemia. Necesitamos hospitales, derramamos sangre, atravesamos frio y tormenta, compartimos tranquilos domingos folklóricos, comimos arrachera, pastores y sopa de tortilla. Como corresponde a nuestra naturaleza espontanea, irregular y bohemia, fuimos de menos a mas y ofrecimos nuestro mejor semblante musical anoche en Baja California, en el norte de México, en la frontera con los Estados Unidos, en Tijuana.