Reichstag

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Reichstag

A los compañeros, que están conmigo y de acuerdo en casi todo, no les gusta mi reflexiva militancia de formas; afuera los conceptos de “odio y asco”. Y los entiendo. El Che Guevara consideraba -al odio- como el combustible de la revolución. En mi circunstancia, entiendo que, el repudio, no es una herramienta democrática útil a los fines nacionales; puedo equivocarme, pero prefiero el argumento intelectual antes que el publicitario. 1976. Aquel enemigo, el de los derrotados, no era la cúpula militar, pero si la oligarquía; esto se entiende ahora mismo, no hay ejército a la vista (si mucha gendarmería) pero los apellidos de la patronal son los mismos. Me preguntan por mi militancia, pero no puedo decir lo que pienso, menos en una día como este domingo 24 de marzo. No creo en la social democracia, pero se que mis ripios extremistas son eso (ripios extremos). No es esta, la tarde, para pronunciarme escéptico y liberal. El que fue versátil, y oportunista, fue Adolfo, que advirtió sobre la banca, la usura y el sionismo, y con vehemencia discursiva. La pureza social, el orgullo devuelto, la identidad ciudadano étnica; son las excusas de la extrema derecha Europea ahora mismo. La tardía aparición de los “siguientes dominadores mundiales” se re lee como una operación sin escrúpulos, especulando con un nuevo reparto de orden mundial. Y lo fue.

El Reichstag de Adolfo es el “punto de quiebre” formidable. Hay que “seguir la ruta del dinero” para encontrar a los responsables; banqueros en los Estados Unidos, simpatizantes en la aristocracia europea y , claro está, industriales alemanes. En Argentina, las cartas están sobre la mesa, si se remata el patrimonio artístico, en una subasta, se lo hace abiertamente y con apariencia honesta; del mismo modo que se ventila la deuda millonaria como parte de la “normalidad de un país confiable”.
Estos chicos hacen abiertamente todo, no necesitan ni mentir; si les objetamos a Mauricio por estafador, van a respondernos con Lazaro Baez. Ni la deuda externa, ni los asociados empresarios, se ocultan.
Y nuestras opiniones se manipulan para asustar a la clase media.
Hebe es un proyecto a largo plazo, es la gota que moldea la piedra.
Lucha con la historia por detrás y por delante. En un presente insólito, eterno.

Mas epílogo

Concluye mi conversación, con un panorama de la derecha en España, la gran estafa del portal castellano que cotiza en Wall Street durante seis meses, como corolario del negocio familiar de los conservadores, que ahora pagan los daños en la que podría ser la peor elección conservadora de la historia.
Es mi otro pasaporte el que habla.

Perdona si

Perdona, pero hablar de los medios hegemónicos, la patria empresaria, los estafadores al poder; como del imperialismo, o los operadores de Sion; ya es entretenimiento para las masas. Resulta bien como tema de conversación, pero insuficiente para un análisis racionalista puro.