Armando Esteban Quito

Blog

Armando Esteban Quito

Vengo de cenar en el teatro con todo el equipo, mis compañeros que viajan conmigo. Muy buen concierto en Quito, Ecuador. Todo. Muchos aplausos, silencio respetuoso y profundo para escuchar, ovación para mis compañeros músicos y para las canciones, mis (inspirados) parlamentos (palabras dichas) muy celebrados, bien cantado por servidor (nobleza que obliga) y el tercer tercio para cantarlo a viva voz con todos. En un rápido resumen: muy muy buenas sensaciones arriba del escenario que es lo que busco y encontré cantando en esta ciudad desde donde ahora escribo con gratitud para con el respetable que no pudo ser mejor público para nosotros: cantante y músicos. En el escenario recordamos a Hector Lavoe, a Aníbal Troilo y a Miguel Abuelo, mi mentor gracias a quien sigo girando. La gira Licencias Para Cantar empiezo hace poco mas de un año en Valladolid, el año pasado lo coronamos en Buenos Aires con cuatro teatros y este año partimos de San Francisco, en California, para llegar, esta noche, a Quito en el medio (en el centro) de la tierra. Si tengo que elegir me quedo con todos los momentos y con todas las canciones. El club oficial de Salmones de Ecuador se hizo presente con sus banderas y alguien me acercó un capote de paseo para rematar con una serie de verónicas que recibió los “oles” correspondientes. Pedí por la vuelta de los festejos a Quito y nos queda (creo que a todos) una sensación positiva de un servicio a la música bien cumplido. No habíamos pisado el escenario y mi gente ya estaba cantando (gritando afinados) mi nombre en el clásico estilo de la hinchada musical. Abrimos fuegos con El Cantante, los versos de Ruben Blades que recuerdan siempre al “cantante de cantantes”; después … lo demás. No recuerdo una gira con mas fechas sin volver a casa (donde sea que esté mi casa), y es probable que hoy haya sido “el Ecuador” de una serie de fechas que sigue (continua) en Perú con tres conciertos agotados: todo el papel vendido. Chevere. Hicieron sentir importantes a estos músicos de viaje … Después de dos días internados en el hotel, cantamos sin problemas de altura ni necesidad de oxígeno adicional: estábamos a punto y aquellos que vinieron a escucharnos fueron una audiencia espléndida que supo comportarse con honores en esta naturaleza de recitales sin guitarras eléctricas y tocando lo que tocamos. Emotivos aplausos sostenidos para saludar la partitura del tango grande (Garua) y mucha entrega tanto arriba como abajo del escenario. Una vez mas, gracias Quito, gracias Ecuador y gracias a Claudio por la amistad de muchos años (francamente muchos) y por venir con tu familia y disfrutar de veras el concierto … Yo también lo disfrute de cabo a rabo, entero del principio al final … Tengo mis momentos de debilidad y me propongo terminar con las giras pero va a ser complicado, dudo que mi gente me permita alejarme mucho tiempo de los escenarios. Las buenas sensaciones también me van a pedir que siga y la buena convivencia con mis compañeros de escenario, luces, sonido y producción. Estamos recorriendo Sudamérica desde los mercurios tropicales de Barranquilla hasta el Rio de la Plata en donde el invierno aprieta. Pero esta noche cantamos al calor de Quito y mi gente, entregados (como nosotros) a esta noble causa común que son las canciones. La música. Buenas noches.