2017
Termina un año complicado para muchos … Un año de contrastes, de melancolía y de próximas alegrías. Un año para aprender a estar solo … Durante este año grabamos un disco que seguimos grabando y escribimos canciones para otro próximo álbum. Celebramos una gira formidable que nos llevo por Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Paraguay. Todos nos sentimos hermanos y cenamos juntos después de cada concierto. Siempre mi gratitud para mis compañeros en la música, aquellos que compartieron las giras de este año y las de los años anteriores que son muchos años … Este año que empieza es un “aniversario difícil”. Serán cuarenta años desde mi primera grabación de un disco, cuarenta años desde mis primeras visitas a las tenebrosas comisarías de aquellos “años de plomo y sangre” … Vamos a brindar por Beto Satragni, que fue mi mentor hace cuarenta veranos (inviernos) .. Y por los amigos ausentes que nos faltan, por quienes ahora mismo respiramos melancolía. Salud, querido Mario … estábamos juntos cuando cumplí 17 años en la calle Perú …
No fue fácil 2017 … Hubo que remontarlo y, caramba, va a terminar mejor …. Los primeros compases del año -que se va- ya parecen lejanos … Durante todo este año, estuvimos (y estamos) grabando un original -y espléndido- disco que saluda al arte de grandes interpretes y a mis propias canciones , es adecuado entonces si lo terminamos en el aniversario redondo de mis lejanas primeras grabaciones … Pero también (terminamos) escribiendo canciones nuevas, trabajando con fotografías, preparando una revista de papel para los kioscos y con nuevas canciones próximas, flamantes. No puedo evitar cierta melancolía en estos últimos compases del año … Por aquello que perdimos, por aquellos que ya no están … porque termina un pedazo de vida para empezar otro … Soy optimista con el año 18 … Sin embargo es un año terrible para los que abandonamos forzosamente la juventud … No sabemos hacer otra cosas que ser jóvenes y los calendarios nos informan que estamos por entrar en una curva peligrosa … Pero tengo que dar las gracias a pesar de todo … A mis compañeros en los discos y en las giras, a los artistas grandes que vinieron a cantar mis canciones, honrando a mi de autentico honor … Gracias por remar conmigo, así en dulce de leche como en las olas de aplausos que nos regaló América. Gracias a mi propia soledad, como dijo Atahualpa Yupanqui, por esperarme. No puedo pedir mucho mas que salud para nosotros. Y bienestar para demasiados que necesitan mas de lo que tienen … Para los que no tienen nada mas que problemas y dificultades. Para ellos, y para nosotros, mis penúltimos pensamientos del año.
