Pereira y Cali (2)

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Pereira y Cali (2)

Un espléndido concierto en Pereira (en las alturas cafeteras de la capital del cielo). Según dice Marcelo fue durante Siete Segundos que me encendí cantando y ahí me quedé, inspirado y arriba hasta el final con Pereira cantando conmigo toda en un coro extraordinario, entregado y bañándonos de humildad y gratitud. Otro instante importante de gloria bendita. Me encontré cómodo en el escenario y con puras buenas sensaciones. Hoy estuve artista cantado. Me di cuenta y Martín también porque me abrazo largo y tendido cuando terminamos y antes de los bis. Una mención especial para el respetable que empezó escuchando con respeto y aplaudiendo mucho. Pero terminamos en un canto masivo que fue uno de aquellos momentos que merecen recordarse siempre.
Besé el suelo de Pereira y de Colombia con sinceridad y amistad. Nos estábamos esperando y nos encontramos hoy .. Hace apenas una o dos horas. Estaba sembrado para ofrecerme al público y terminaron ofreciéndonos un aplauso intenso y alegre. Mi gente de Colombia no deja de sorprenderme y voy a irme pensando en volver, volver y volver.

 

Hoy, esta noche, nos despedimos de Colombia y fue en Cali. La noche se presentaba bien con el sitio colmado de (mucha) gente y en mi pensamiento aquel primer recital en esta misma ciudad (ya) hace nueve años. Aquella vez nos quedamos con toda una sensación de euforia y emoción, habíamos descubierto América, habíamos llegado por fin a Colombia donde las gentes me quieren bien y me quieren mucho. Hoy no fue menos en la presentación de esta gira: Licencia para Cantar. Como es habitual (ya norma) abrimos fuegos con EL Cantante -que saluda a Hector Lavoe- y fuimos aplaudidos con alegría y escuchados por respeto: en un silencio profundo, para escuchar, frente a los aplausos que agradecemos con humildad y con el poderoso (me quedo corto) canto colectivo de Cali que suena a la gloria bendita. El trio sonaba inspirado y conectado, mis compañeros tocaron espléndidamente y escuchando muy bien el sonido del escenario (responsabilidad de El Pampa). Fueron saludados los músicos con aplausos sostenidos y ovación pare los tres. Bese con sinceridad y emoción el escenario: Fue mi forma de agradecer el apoyo afectuoso que me ofrece el pueblo colombiano. “Ser grande es chéver pero ser chévere es mas grande”. Y así fue el recital de esta noche. Con alegría, interpretando y dejando lo mejor que tenemos en el concierto que despide a este grupo de doce viajeros que pasa mas tiempo esperando aviones que tocando pero, que duda cabe, merece la pena la paliza para presentarse frente a una audiencia tan luminosa y respetuosa como entusiasta y poderosa. Fui escuchado con atención máximo cuando tocó hablar para presentar las canciones y cantar en plan íntimo. Y terminamos cantando todos en otra ceremonia que termina en gloria bendita y agradecemos todos. De vuelta en la soledad del cuarto del hotel escribo estos renglones sintiendo que servimos a la música y no defraudamos al público colombiano que es fervoroso y lo demuestra, dando sentido a la vida misma de nosotros que elegimos viajar y ofrecer conciertos como forma de vida y como oficio noble para llevar los garbanzos a casa. No hay palabras para describir el poderío de tanta gente cantando conmigo versos, estrofas y estribillos de estas, mis canciones. De igual forma agradecemos el silencio que nos ofrecen escuchando la música que vinimos a ofrecer. Estamos profundamente agradecidos por el trato que nos brindaron en Colombia, la primera parada de una gira que sigue en Ecuador y termina en Paraguay. Que empezamos hace un año en España y retomamos este año en los Estados Unidos. Dejamos aquí el corazón y nos llevamos el corazón de la divina Colombia que nos despide pensando otra vuelta. Después del concierto fui saludado por los toreros de Cali y por el Tecla Farias que subió al equipo de categoría, otro colombiano por adopción como nosotros. El corazón de Colombia se deja sentir y nos llevamos estos recuerdos bajo la alfombra de la memoria. Otra vez gracias Cali y gracias Colombia. Fue grande, mis compañeros son grandes y ustedes son grandes. Y lo que es mas importante: Somos chévere!