Sumisión

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Subimos al avión con curiosa ansiedad, las fechas son históricas pero hay que estar preparado para todo, España del Norte podría separarse de España del Sur y, aunque se haga por la vía de la democrática consulta popular, estamos inquietos esperando posibles brotes de violencia, después de todo en Alemania se celebraban elecciones en los años treinta, también reaccionaban frente a una crisis económica severa y, la historia lo confirma: Una minoría se presentaba como futurible mayoría, mientras otra minoría, perfectamente instalada en la historia y en la sociedad, seria echada a patadas en el mejor de los casos, cuando no encerrados y exterminados con insólita crueldad.
En el avión me llaman la atención algunos detalles sin importancia, todo parece normal. Al lado mío viaja un hombre en sus sesenta, con un discreto pijama de Ralph Lauren.
Del otro lado, en nuestra misma fila, hay un muchacho español, adivino que es un español del sur pero podría ser de la España del Norte. No viaja con libros ni prensa pero pide la prensa generalista española, impresa en el sur. Y también un periódico deportivo. Características de la España del Sur, nadie en el norte leería el Marca, aunque viajando sin un libro, doce horas sobre el Atlántico, leemos cualquier cosa que nos caiga en las manos. Algo me llama poderosamente la atención de mi vecino de asientos; aunque su aspecto es perfectamente corriente (una barba que cubre un rostro insípido, camisa celeste, prolijos pantalones tejanos y mocasines) elige ver una película de dibujos animados, ahora se llama “animación”, algo que podría ser Disney en lugar de una comedia para adultos o una película superficial para pasar el rato. Fiel a su estilo, y para mi tranquilidad, no se ríe pero tampoco llora viendo los dibujos animados.
Llegamos sin problemas, en el viaje me veo una película cómica de espías. Doblada al castellano.
Es sábado, un día antes de las elecciones. Intento ver debates por televisión pero solamente puedo ver futbol. Diversas teorías me dan vueltas por la cabeza: Censura, veda electoral o sencillamente, la falta de formatos atractivos de disparate político, habituales en nuestro país, en donde cada noche hay debates políticos. Mucha gente se los toma en serio y repiten lo que leen o escuchan en los medios informativos, al mismo tiempo son programas disparatados que dan espacio a periodistas especialistas en nada. Actualidad accesible a las masas mas que verdadera política.
Tenemos que ver tres partidos de futbol seguidos. El Madrid, que llega muy bien, con recursos y tratando bien al balón, no logra penetrar la portería del Málaga, aunque lo intenta por casi treinta oportunidades. Aunque compre los periódicos, el papel me resulta obsoleto porque las noticias son mas frescas en la versión digital. No ocurre así con la música, los discos no son mejores en la versión digital aunque la oferta es dolorosamente conveniente cuando no hay que pagar casi ni un peso. O euro alguno. Supernova me dice que un millón de reproducciones digitales fomenta una ganancia de NOVENTA dólares. Concluyo que ahora los músicos son esclavos de corporaciones transnacionales que venden aplicaciones y calzado deportivo, y siento tristeza. También impotencia pero no la que afecta a mi aparato reproductor, valga la redundancia.
Una noticia me llama la atención (en los periódicos digitales); en algunas regiones autonómicas de España del Norte están prohibiendo a los perros ladrar en castellano, también esta prohibido operar las orejas y el rabo de algunas razas que conocemos con las puntiagudas orejas apuntando orgullosamente al cielo. También prohíben a los perros actores en anuncios publicitarios y espectáculos con perros habilidosos. Siento lastima por los orgullosos perros artistas y sus dueños, ahora sin trabajo pero con todas esas bocas que alimentar. Me distraigo leyendo los comentarios de los lectores, aun sabiendo que la fauna que comenta en sitios on line es reaccionaria, en algunos casos moralista e intolerante. Casi siempre energúmenos con tiempo de sobra y con ideas de sobra. Los lectores-opinadores (seriales) se manifiestan totalmente convencidos e insultan a los desalmados que por generaciones “arreglaron” las orejas que algunas razas lucen orgullosas por lo menos hasta ahora. Algunos encuentran relación entre las operaciones caninas y la circuncisión hebrea y ofrecen comentarios antisemitas sin disimulo. Caramba, pienso yo, con preocupación y esa clase de impotencia que no afecta mis genitales. Llegue pensando que Europa estaba agobiada por el desempleo y los desalojos, quizás preocupada por la ola de inmigrantes sirios. Sabia de la obsesión de los animalistas pero consideraba prioritarias las preocupaciones por los agobios sociales, económicos y la desdicha de cientos de miles de personas huyendo del peligro del cercano oriente. Leyendo los periódicos me entero que la escuela de toreros de Madrid va a dejar de recibir 60.000 euros en subvenciones y podrían declarar obsoletas las instalaciones. Quizás están pensando en instalar un bunker stalinista donde otrora se formaron toreros, pienso yo. Contrasta esta noticia con el presupuesto anual de la ciudad de Madrid que trepa hasta los seis mil millones de euros anuales, considerando que la tauromaquia paga el IVA cultural mas alto de Europa, y que en Madrid se celebra la feria mas importante del mundo ( y las entradas son caras) no me parece que la escuela de toreros sea realmente deficitaria. Los comentarios digitales parecen redactados por las juventudes hitlerianas, y pienso entonces que las juventudes (hitlerianas) como el Ku Klux Klan también tenían sus razones morales para hacer lo que hicieron, así como el terrorismo magrebí actúa motivado por una profunda razón (llamémosle motivación) religiosa. Es posible que los animales tengan derechos, pero no me consta ni soy un especialista en derecho. Ocurre que las personas tenemos mas derechos, entre otros el derecho de comprarlos, adoptarlos, castrarlos, entrenarlos y … comer animales. Pensándolo mejor, la humanidad tendría que expandir sus derechos por sobre los derechos de los animales para terminar de una vez por todas con el hambre, que es el verdadero asesinato.
Leo estas noticias con preocupación y cierta impotencia, aunque no es la clase de impotencia que complique mis relaciones intimas. Dormimos viendo una película de Abel Ferrara. La película es muy interesante pero vengo filtrado del viaje en avión. Es la película dedicada a la vida de (Pier Paolo) Pasolini. En la primera escena habla de política y moralismo. Son palabras profundas que entiendo perfectamente. El moralismo es una enfermedad grave, me preocupa que también sea una epidemia. y a juzgar por las dos noticias que leí en los periódicos, y sus consiguientes comentarios de lectores, es probable que sea LA epidemia … Llegamos para la gran fiesta nacionalista, aunque prefiero decir “Independencia” que es una palabra cristalina y luminosa. De momento el nacionalismo va a partir el país en dos, una mitad que lo celebre y otra mitad que lo lamente. Además de la tercer mitad a la que nada le importa demasiado. Otras particiones se están estudiando, pero van a ser abstractas. Dudo que los territorios de España del Norte se separen físicamente de España del Sur, a lo sumo podrían construir una muralla china o una “línea” como la que separa Tijuana de los territorios vecinos del lado de los Estados Unidos.
Nada debería afectarme demasiado pero la mezcla de fervor nacionalista, con moralistas animales, “lo prohibido” como concepto celebrado con rabia, y el odio a los hebreos, me preocupa un poco.
Al día siguiente vamos a comer a nuestro restaurante habitual en Madrid, compramos un poco de comida y tres discos de Miles Davis grabados entre 1955 y 1958. Además de tres libros, incluyendo una novela que transcurre en Francia en un futuro muy cercano, previo a unas elecciones que podría ganar un partido islamista moderado en coalición con los socialistas; como opción a los ultra derechistas.
Vuelvo a mi casa temeroso, reviso mi teléfono en busca de fotos inconvenientes: banderas españolas, banderas de España del Norte, simbología tauromáquica, animales amaestrados … Pienso en borrar esas imágenes para no poner en peligro la integridad de mis seres queridos.
Soy un inmigrante, aunque tengo mis papeles en regla, estoy en España del Sur. Tengo un viaje programado a España del Norte. Todo es inquietante y peligroso; soy un conocido aficionado a la lidia, mi rostro fue visto en periódicos en los festejos de San Isidro o Aguascalientes. Soy compasivo y tierno con los animales, pero no se si tenga tiempo de demostrarlo cuando los moralistas vengan a golpear mi puerta.