Que mundo raro

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Que mundo raro

Riggan y Redondo: Que mundo raro

RR: Importante desenlace la anulación de la consulta orquestadamente anti taurina, hubiera sido un peligroso antecedente democrático, las minorías tienen que ser honradas con el respeto y la libertad como tesoros plurales intocables.
FCH: Caramba, seguro.
RR: El irrespeto por la voluntad, la libertad, las tradiciones y la cultura de una “minoritaria” multitud acorralada es una aberración que solo se explica conociendo los niveles bajísimos de ilustración de la población digital, que es un ámbito fértil para expandir grandes disparates, falacias y demagogia.
FCH: Mañana pueden perseguir la existencia de los restaurantes si eligen adecuadas fotos truculentas y unas frases cortas para agitar la indignación de las “mayorías” virtuales. Considerando, claro esta, que a las verdaderas mayorías lo que le importa es el bienestar de la familia por la cual se desloman trabajando.
RR: Que peligro cuando están llenos de razón aquellos que no tienen mas capacidad cultural que la micro información manipulada, la generación de las redes, enredados en una verdad aparente que empujan hacia extremos insólitos pero imperdonables.
FCH: Me llama poderosamente la atención la facilidad para creerse dueños protectores de otro ser vivo, desconociendo la complejidad del alma. Adoptan esclavos animales para hacerles vivir castrados en un encierro totalmente ajeno a su naturaleza, convencidos que es el mejor destino para unos pobres animales que van a vivir entre cuatro paredes, comiendo porquerías industriales, con la vejiga hinchada de orines, sin contacto alguno con sus semejantes.
RR: Y ahí están los piadosos esclavistas animalistas, convencidos que sus victimas sienten amor incondicional por “el amo”, como si pudieran leer el pensamiento de perros desesperados por atención, por vivir al aire libre, por emparejarse con otro individuo se su misma especie, por enterrar un hueso, por correr en libertad.
FCH: Esta nueva población de crueles fanáticos, van por la vida insultando e imaginando penurias físicas para sus semejantes por lisa y llana sinrazón de la intolerancia, pero no dudan en castrar perros para entretenerse con un juguete orgánico.
RR: Y nos llaman asesinos!
FCH: Que cinismo.
RR: Caramba.